París

Le damos la bienvenida a la hermosa margen izquierda: el alma de París. Este particular remanso de paz, elegancia y legado artístico nos invita a vivir la vida con un sentido de creatividad y contemplación. Desde sus cafeterías literarias hasta sus boutiques independientes, la margen izquierda es mucho más que una mera situación geográfica: representa el auténtico estilo de vida parisino.

Fundado en 1910 por los propietarios de los grandes almacenes Le Bon Marché, el Hôtel Lutetia se erige como un símbolo de la elegancia y la intelectualidad de París. Con una mezcla de estilos “art nouveau” y “art déco”, se convirtió en un efervescente centro cultural para icónicos artistas como Picasso, Matisse y el escritor James Joyce. Hoy, nuestro hotel sigue recibiendo a las mentes más creativas, que continúan el emblemático legado de este especial lugar en la capital francesa.

Descubra la exquisita elegancia atemporal de París en nuestras suites y habitaciones, donde la herencia se funde con el lujo contemporáneo. Elegantemente diseñadas con refinados detalles, tecnología innovadora y una comodidad sin precedentes, nuestras estancias ofrecen un ambiente de calma y hogar. Estas suites exclusivas, sueño de todo amante del diseño, redefinen la privacidad con todo lujo de detalles.

Si desea degustar la gastronomía de París como un auténtico residente, el Lutetia ofrece la experiencia perfecta: una cocina excepcional, una cuidada selección de vinos y un ambiente impecable. Desde el distintivo encanto de una clásica “brasserie” francesa hasta una refinada coctelería decorada con obras de arte, el Lutetia es el destino gastronómico de la margen izquierda por antonomasia.

Adéntrese en nuestro particular oasis Akasha, un retiro en pleno centro cultural de París. Este santuario, diseñado por Jean-Michel Wilmotte, ofrece un viaje holístico mediante terapias, entrenamientos y meditaciones llevadas a cabo por expertos en las diferentes materias. Con la marca de la elegancia parisina, Akasha es el lugar ideal para comenzar o terminar su día con el cuidado que merece.